HISTORIA DE UNA ESCLAVA SEXUAL VENDIDA POR SUS PADRES
Esta mujer cuenta su terrible historia en un programa de televisión.
Su “dueño” la obligaba a comportarse como un perro, la
mantenía en una jaula suspendida en el techo y abusaba física y sexualmente de
ella desde antes que supiera hablar.
Desde viajar por todo el mundo en aviones privados, a un
guardarropas con vestidos recién salidos de la pasarela, hasta asistir a los
eventos más exclusivos del mundo.
Esa era la vida de Kendall, la esclava sexual que fue
vendida por sus padres de bebé al dueño de una poderosa organización de tráfico
sexual.
Ella aún se refiere a él como su dueño, a pesar de haber escapado hace
tres años.
Nací en el mundo del tráfico sexual, es la única forma de
vida que conozco”, empieza narrando Kendall. “Crecí pensando que era normal que
los hombres adultos violaran a niños pequeños” y “cuando tenía dos años ya
estaba acostumbrada a ser abusada sexualmente”.
Sin embargo Kendall no está
segura de cuántos años tiene, cree tener 23 pues hizo un test en Facebook de
“eres de los noventas si recuerdas estos juguetes”.
Además, desde pequeña su “dueño” la convenció que sus padres
la habían tenido para él, que ella era su propiedad y que si trataba de escapar
nadie le creería. Y lo más triste de todo es que ese es uno de los principales
motivos por los que la mayoría de las victimas tardan tanto tiempo en
denunciar.
Ha viajado por todo el mundo a todo tipo de eventos con
clientes, miembros prominentes de la sociedad. Estos pagaban por tener sexo con
ella, la obligaban a tener sexo con otros, o hasta abusaban de ella físicamente
con la condición de no dejar marcas en su rostro.
cada cliente tiene expectativas distintas que ella debía
cumplir. Incluso en ocasiones tuvo sexo con niños de cinco años y asegura que
“hasta el día de hoy no se si yo los violaba a ellos, o ellos a mí”.
en algunas ocasiones estuvo encerrada en sótanos con otros
niños secuestrados. Los niños eran abusados desde bebés y obligados a tener
sexo con mujeres desde los cinco años. “Esto me parecía muy normal, y nunca
consideré seriamente en irme”.
Únicamente trató de quitarse la vida una vez, cuando su
captor le otorgó un arma y el “permiso” de quitarse la vida. Incluso le enseñó
cómo debía hacerlo para asegurarse que moriría. Sin embargo cuando jaló el
gatillo, el arma no estaba cargada y luego fue sometida a todo tipo de castigos
por haber tratado de dejarlo- “ahí entendí que jamás me dejaría ir”.
otros clientes pagaban por dejarla embarazada. Kendall
afirma haber dado a luz a tres hijos, dos niñas y un niño, que ahora también
son víctimas de la red de tráfico sexual. Solo los pudo ver en contadas
ocasiones como recompensa, y aunque le gustaría tenerlos con ella ahora está
convencida que los metería en problemas así que trata de olvidar que los tuvo.
Una de las cosas más miedosas que un cliente la obligó a
hacer fue participar en una cacería…¡en la que ella era la presa! Además ha
sufrido múltiples fracturas en los dedos, las costillas y ha sido pateada
repetidamente en la cabeza.
Pero el peor trato lo recibió de su captor, pues además de
abusar de ella también la torturaba y castigaba.
Para asegurarse de hacerla
entender que él tenía el control sobre ella a veces le quitaba toda la ropa y
la mojaba hasta que prácticamente muriera de frío o la ahogaba en la tina.
“Cada una de esas veces temí que me fuera a matar, pero después estaba triste
cuando me dejaba vivir”.
el mundo hay miles de casos como el de Kendall que están
pasando por lo mismo que ella ha sufrido. Es increíble pensar que en los
eventos deportivos y de entretenimiento más grandes del mundo haya mujeres como
ella “trabajando”. Y que peor aún, hay mujeres que no están secuestradas y son
tratadas de esta manera por sus parejas, la cuál es una de las cosas que no
puedes perdonarle ¡nunca!
Pero es que desmantelar estas redes no es tarea fácil- se
mueven en aviones privados y con pasaportes falsos (Kendall tuvo 6). También
entrenan a sus víctimas a actuar “normal” y además si son descubiertos es muy
poco probable que las mujeres testifiquen en su contra por miedo.
Además el daño psicológico es tan fuerte que incluso las
dejan asistir solas a este tipo de eventos, pues han sufrido tanta manipulación
que ni siquiera intentarán pedir ayuda.
Para Kendall, el daño ha sido tan profundo que parece no
comprender el abuso por el que ha pasado. Ella misma asegura estar confundida e
indecisa sobre si quisiera volver donde su captor.
OTROS CASOS SIMILARES.
OTROS CASOS SIMILARES.
El cantante R. Kelly es acusado de tener esclavas sexuales
bajo su poder.
El productor musical estadounidense, Robert Kelly, se
encuentra en el ojo del huracán por fuertes incriminaciones de abuso y
esclavitud sobre seis mujeres de su entorno social.
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