Caso Narumi Kurosaki
Conmoción ha causado en Chile la desaparición en diciembre
del 2016 de la estudiante japonesa Narumi Kurosaki de 21 años, en la ciudad de
Besançon, Francia.
Esto porque las autoridades de ese país han señalado que la
joven habría sido presuntamente asesinada por su expareja, el chileno Nicolás
Zepeda de 26 años.
El caso ha dado la vuelta al mundo, teniendo amplia difusión
principalmente en Japón y Francia, y últimamente algunos medios de esas naciones
han llegado a Chile para intentar encontrar a Zepeda, quien no registra
paradero.
Narumi fue vista por última vez el pasado 4 de diciembre,
fecha en que habría estado con Zepeda, sin embargo, de acuerdo al medio francés
Le Parisien, nadie supo de su desaparición hasta varios días después. “Uno de
sus compañeros recibió un mensaje de ella donde le decía que había tenido un
problema con su pasaporte“, cuenta una
joven cercana al chileno y que pidió la reserva de su verdadera identidad
cuando dio su testimonio.
Además, reveló que el chileno le habría pedido traducir
algunas frases en japonés a mediados de diciembre, como: “Estoy de viaje” y
“Tengo problemas para conectarme al Internet“. También agregó que fue él quien
le contó sobre la desaparición de Narumi. Otra información relevante es que el
computador de Narumi fue robado, por lo que se cree que el primer mensaje
enviado fue escrito por el presunto asesino.
Relación tormentosa
La misma
testigo contó que conoció a Nicolás en 2014 en Tsubaka, Japón, y a través de él
conoció a Narumi, momento en que éstos estaban comenzando a salir. Al año
siguiente, Zepeda se fue de Japón, y regresó a Chile, sin embargo, mantenía
contacto con su novia y más adelante ella viajó a Chile para pasar dos meses
junto a él, en un amplio departamento en Las Condes, región Metropolitana.
En
2016, según Chihiro, Nicolás regresó a Tsubaka, Japón, sin embargo, en esta
ocasión la actitud de la joven nipona es diferente, pues ella “quiere vivir su
vida”.
En septiembre de ese
mismo año, Narumi se fue a Francia a estudiar y, en esa misma época, Zepeda
publicó un video donde critica a su exnovia y le da un plazo de dos semanas
para cumplir unas misteriosas condiciones, algo así como un ultimátum.
Chihiro, no estuvo al tanto de
esta ‘advertencia’, pero sí confesó que Nicolás le había dicho que también
tenía ganas de ir a estudiar a Francia. Y aunque no se sabe cuándo llegó
exactamente a ese país, sí se sabe que el 4 de diciembre estuvo prácticamente
todo el día con Narumi, y que en la madrugada siguiente, a eso de las 03:00
horas, se escuchó un fuerte grito en la residencia donde vivía la estudiante.
El mismo artículo señala que otro estudiante de la residencia, afirmó haber
escuchado un fuerte grito esa misma noche, pero que no provenía de la pieza de
la joven, sino que de una salida trasera del lugar. “Escuché un grito que me
heló la sangre.
Me desperté, salí de la pieza y recorrí el pasillo, subí los
pisos, pero ya no se escuchaba ningún otro ruido“, indicó Eric, alias que usó
el medio para proteger su identidad. Por último, en el lugar donde habrían
ocurrido los gritos se encontraron unas manchas rojizas, las que fueron
analizadas por la policía francesa, quienes no han divulgado los resultados de
las pericias.
El hombre abandonó Francia tres días después de que la
japonesa fue vista por última vez y arribó a su país el 12 de diciembre. Zepeda
ha sido visto en el edificio de Santiago donde reside y en la ciudad de La
Serena, donde vive su mamá.
Los compañeros de estudios de la japonesa en Besancon la
describen como un persona “encantadora” y “siempre sonriente”.
Por otro lado una camarera asegura a ver visto 15 dias después a la japonesa
desaparecida en Francia demacrada y llorando
en un café. La mujer recuerda a la estudiante con una bolsa de compras,
llorando mientras hablaba por teléfono.
“Tomé su mano y le pregunté: ‘¿Estás bien?’. Ella respondió:
‘No te preocupes por mí’. Ella se veía increíblemente demacrada”, declara la
camarera.
La japonesa permaneció en el café unas dos horas y media.
La policía hizo pública la desaparición de la estudiante la
semana pasada. Cuando la camarera vio la foto de Narumi, la reconoció de
inmediato. Recordó los lunares negros en su rostro. Verdún está situado a unos 350 kilómetros de Besancon.
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